Muy bien Caperucita, ya puedes quitarte el abrigo. Llegó el otoño pero el verano no se llevó el calor.
Pál frío de dentro no sirven los andrajos.
Confiésalo Caperucita nunca hubo tantos lobos, ni la abuela fue tan ñoña como la pintaron, los cazadores estaban fuera de temporada así que se escondieron como ratas inmundas. Estuviste sola caperucita, anduviste solita los bosques y las noches os...
Pál frío de dentro no sirven los andrajos.
Confiésalo Caperucita nunca hubo tantos lobos, ni la abuela fue tan ñoña como la pintaron, los cazadores estaban fuera de temporada así que se escondieron como ratas inmundas. Estuviste sola caperucita, anduviste solita los bosques y las noches os...
curas, gracias al cielo estuviste sola y te hiciste grande y fuerte…
Sí, lo sé, yo también me perdí a la niña, pero no te preocupes siempre es tiempo de cuentos y de seguir jugando.
Vamos, me quito el abrigo rojo y nos vamos al mar a darnos un buen chapuzón a ver si el invierno nos pilla felices.
Sí, lo sé, yo también me perdí a la niña, pero no te preocupes siempre es tiempo de cuentos y de seguir jugando.
Vamos, me quito el abrigo rojo y nos vamos al mar a darnos un buen chapuzón a ver si el invierno nos pilla felices.
Teresa Delgado © 2012
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