INVISIBLE
Fantaseaba
con la idea de que era invisible. El mundo existía tan solo si ella mantenía
los ojos abiertos. Una vez los cerraba desaparecían los rostros amables. Si
además jugaba a taparse los oídos lo hacían también las voces cálidas. A veces
le parecía que nadie podía verla, que nadie escuchaba su voz pequeña, que nadie
podía sentirla o entender su idioma. En una ocasión, se escondió debajo de la
cama con la perversa intención de aterrar a sus padres y hermanos de ser cierto
que alguna vez habían tenido consciencia de ella. La experiencia fue excitante
mientras le acompañaron los latidos de un corazón expectante. Mientras contuvo
la respiración para no ser descubierta. Su mundo se volvió un mundo de pies
calzados de aquí para allá, de pasos que emitían sonidos diferentes, de pasos
con prisa, de pasos lentos...De voces que se alejaban y se acercaban, de
puertas cerrándose y abriéndose, de misteriosos sonidos por identificar...
Cuando despertó ya hacía tanta noche como frío en el suelo de aquel escondite,
también hacía lágrimas. En el fondo no le gustó comprobar que efectivamente era
invisible.
Teresa Delgado © 2012
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