Sobre la
negra pizarra del cielo tracé con tiza una luna.
− ¡Niña, no
se dibuja en el cielo!
Entonces,
con las manos la borré. En el cielo ya no hay tiza,
pero mis
manos están manchadas de luna.
Teresa Delgado © 2011
"El árbol y los libros" Teresa Delgado (Pags 36-37)
Ilustración: Gozia Mosz il.
Biblioteca Pública Concentaina
Con las manos manchas de luna se pueden escribir poesías en el mar. Aprovecha la ocasión...
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