Un
preciosa hadula y un divertido duendulo se fueron a pasear por el bosculo de las maravillulas. Se hizo de noche y una
inmensa lúnula llenó por completo todo el cielulo. A pesar de que había mucha luz,
el hadula y el duendulo perdieron el camino de vuelta a casula. AFORTUNADAMENTE
y en ese preciso instante, encontraron una brújula. Ocurre que desde entonces
nunca más se han perdido.
Teresa Delgado
Dedicado a Eugeniula y Marcelula dos Hadulas preciosulas.
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